Con esta vida tan ajetreada son muy pocos los momentos de ocio. Tengo algo planificado para cada momento de mi día, cada día de la semana. Por tal razón trato de que el tiempo en familia sea de calidad. Brindándoles mi plena atención y presencia durante el tiempo que esté con ellos (mi esposo y mi hijo).
Este fin de semana, como de costumbre, tenía varios compromisos , sin embargo, dos de ellos fueron cancelados, lo que me permitió salir a pasear ambos días. El sábado, temprano en la mañana, tomé un entrenamiento para una certificación. Terminó a eso de las 11:30 a.m. y decidí invitar a mis chicos a La Parguera en Lajas. Allí comimos, nos tomamos un rico frozen coffee, andamos, dejamos que Lucas se “metiera” en el agua. OK, realmente no lo dejamos, se metió y era muy difícil sacarlo LOL! Así que le quité el pantalón, lo vigilé, luego lo cambié de ropa y listo, ¡un niño feliz!
El domingo nos levantamos temprano para aventurar a una playa que no habíamos visitado anteriormente, Playa Santa en Guánica. Nos gustó mucho, Lucas disfrutó en la arena que es lo que más le gusta al momento y hasta se quedó dormido en mis brazos. Después de esa aventura, mamá tenía ganas de unas donas, así que nos dimos el viaje a Mayagüez para comprar las mismas.
Fué un fin de semana diferente a todos los demás y me encantó. Me siento orgullosa de haber aprovechado el tiempo y de haber dejado los quehaceres como prioridad a un lado (aunque por poco tiempo) para compartir en familia y pasar tiempo de calidad. Se trata de crear memorias que sí importan. Dudo mucho que Lucas recuerde si tenía toda su ropa limpia o no, sin embargo, estoy segura de que recordará lo bien que lo pasó en la playa o que lo “dejamos” meterse al agua en La Parguera.
❤
LikeLike